jueves, 7 de noviembre de 2013

Milhojas de calabacín y mozarella con vinagreta de miel




El otro día estaba en la sección de libros de gastronomía de una biblioteca y me puse a hojear un libro de recetas.

Estaba escrito en alemán (no sé si existe la versión en castellano) y no me fijé en el autor, sólo en las recetas. Me gustó y me lo llevé para casa. Allí lo leí con más atención, y descubrí que el autor era Michel Montignac, el inventor del “método Montignac” para adelgazar.

Michel Montignac trabajaba como ejecutivo de una empresa farmacéutica, y decidió investigar en el campo de la nutrición para tratar de solucionar sus problemas de sobrepeso.

Viendo las recetas nadie diría que es un libro para adelgazar. Sí es cierto que hace muchos platos en el horno que bien podrían hacerse a la plancha o rehogados, por lo que reduce ligeramente la ingesta de grasa, pero no son recetas para quedarse con hambre ni privarse de ciertos alimentos.  De hecho, hay recetas de postres en las que utiliza crème fraîche o almendras, por ejemplo.

El método Montignac, resumiéndolo mucho, se basa  en cambiar la forma o el “método” de alimentarse. No restringe demasiados alimentos pues, según Montignac, el no poder comer ciertas cosas o comerlas en muy pocas cantidades hace que la dieta sea un suplicio y se abandone. El objetivo final es lograr perder peso y mantenerlo en el futuro. Él parece ser que lo logró.

La verdad es que nunca he seguido una dieta de adelgazamiento, por lo que no puedo opinar sobre este tema basándome en argumentos propios, pero las recetas del libro me han parecido equilibradas, sanas y nutritivas.

Estas milhojas de calabacín con mozarella se basan en una de esas recetas, aunque yo he cambiado los ingredientes de la vinagreta. En vez de ajo le he puesto miel de flores del bosque, que es ligeramente oscura. Pero vale igual una miel clarita.

Hay que intentar cortar las lonchas de calabacín del mismo grosor para que se frían por igual. Aunque como veis en la foto a mí alguna se me pasó un poco de gordita, y nos la comimos igualmente.





Para 3 raciones se necesita:

2 calabacines grandes, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal, queso mozarella en barra, vinagre de Módena, miel, pimienta blanca molida.

Cómo prepararlo:

Lavar los calabacines y quitarles las puntas. Partirlos a lo largo en lonchas de ½ cm de grosor. Poner AOVE en una sartén y freír las lonchas de calabacín.

Mientras, hacer la vinagreta con 1 cucharada sopera de vinagre de Módena, 3 cucharadas soperas de AOVE y una cucharada sopera de miel. Batir con un tenedor hasta que todos los ingredientes hayan ligado bien.

Según van estado fritas las lonchas de calabacín, ponerlas en una bandeja con papel de cocina para que suelten el aceite sobrante, intentando mantenerlas calientes.

Para montar los platos hacer lo siguiente: poner una loncha de calabacín en un plato. Partir rodajas finas de mozarella, intentando que no tengan nada del líquido del queso. Colocarlas sobre el calabacín, salpimentar, y tapar con otra loncha de calabacín. Volvemos a poner encima rodajas de mozarella, salpimentamos, y finalizamos con una capa de calabacín.

Batir un poco la vinagreta otra vez, y con una cuchara verterla sobre las milhojas de calabacín y mozarella.

Como veis, es un plato sencillo y elegante a la vez, que podría incluso hacerse un sitio en un menú de Navidad.

A la peque no le gusta el vinagre, así que a ella se lo aliñé con un chorrito de AOVE.


¿Os animáis a hacerlo?

2 comentarios:

  1. Que plato mas sencillo y a la vez estará riquísimo y con esa vinagreta delicioso.
    Hay tantos libros que debíamos de repasar a menudo pues hay muy buenas recetas escondidas en libros que igual tenemos en la estantería olvidado.
    Saludos

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    1. Gracias por tu comentario. Y es verdad, de vez en cuando repasar la estantería de libros buscando alguna recetilla hace que descubras otra, y el descubrimiento es delicioso.
      Saludos

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