jueves, 23 de enero de 2014

Ensalada de aguacate y naranja sanguina




¡Es temporada de naranjas sanguinas! Los que me conocen saben que este tipo de naranja me encanta. Pensaba yo que no la iba a encontrar en Suiza, y estaba equivocada. En este plato he combinado la variedad “Moro” con aguacate, y el resultado ha sido una estupenda ensalada para estos meses de frío.

Las naranjas sanguinas las traen a Suiza desde España e Italia. Las dos variedades que venden aquí son la “Moro” (Blutorangen), de color rojo oscuro, y la “Tarocco” (Halbblutorangen), menos roja. 


Según parece, el que sean más o menos rojas depende de la diferencia de temperatura que haya entre la noche y el día. A más diferencia, más oscuro es el color. Su sabor es bastante más ácido que el de las naranjas normales, y eso es precisamente lo que me encanta de estas naranjas.
Y con ellas hago zumos como el que veis en la foto. 


Y, por supuesto, esta riquísima ensalada.


Se necesita:

Una naranja sanguina, 1 aguacate, 1 cebolla pequeña, sal, aceite de oliva virgen extra (AOVE), vinagre de Jerez, pimienta negra recién molida.

Cómo prepararla:

Partir la cebolla por la mitad a lo ancho, pelar una mitad, y partirla en rodajas finas. Ponerlas en un cuenco, junto con  dos cucharadas de AOVE, unas gotas de vinagre, un pellizco de sal y pimienta negra recién según vuestro gusto.

Pelar la naranja sobre el cuenco,  intentando que no quede nada de la parte blanca. Lo de pelarla encima del cuenco es para que el zumo que irá cayendo mientras la pelamos se mezcle con el aliño.

Partir el aguacate por la mitad a lo largo, descorazonarlo y pelar una mitad. Partirla en rodajas finas.

Partir también la naranja en rodajas finas y ponerlas sobre un plato llano. Sobre ellas, las rodajas de cebolla, y encima las de aguacate.

Verter sobre el conjunto el aliño del cuenco.

Y ya tenemos hecha la ensalada. Es muy fácil y muy nutritiva.

Si la cebolla cruda no os gusta mucho, poned menos cantidad.


 ¡Aprovechad la temporada de naranjas!

jueves, 16 de enero de 2014

Albóndigas con salsa de tomate al azafrán y arroz




Los niños se comen con mucho más entusiasmo un plato si está hecho por ellos. Como las albóndigas son muy fáciles de hacer, los peques de la casa os pueden ayudar. La salsa de tomate al azafrán le da un toque original, y el arroz es un acompañamiento perfecto.

Podéis utilizar sólo carne de cerdo, o sólo de ternera, o mitad de cada una. Y respecto al arroz, el que más os guste: de grano redondo, de grano largo, perfumado, … A nosotros este plato nos gusta mucho con el thai – que es con el que lo hemos hecho hoy  ̶  o con una mezcla de éste con el salvaje.

Yo las albóndigas las moldeo con las manos, pero a algunas personas les da un poco de repelús mancharse las manos. Para esa gente, Su, de Webos fritos, da un truco muy ingenioso.  Sólo se necesita un vaso o una taza y una cucharilla, aparte de la harina y la masa.
 

Para 3 raciones se necesita:

250 g. de carne picada de ternera, cerdo o mezclada, 1 huevo, un diente de ajo, 4 cucharadas soperas de leche, 3 cucharadas soperas de pan rallado, perejil, pimienta negra recién molida, harina, sal, agua, unas hebras de azafrán, una cebolla mediana, 2 tomates, ½  vaso de los de agua de arroz, 1 hoja de laurel, aceite de oliva virgen extra (AOVE).

Cómo prepararlo:

Batir el huevo y añadir sal, el ajo muy picado, la leche, el pan rallado, el perejil y la pimienta. Ligarlo todo bien. Incorporar la carne picada y mezclar bien esta masa.

Cubrir el fondo de una sartén con AOVE. Mientras se calienta, coger un poco de masa y formar bolas del tamaño de una pelota de golf. Pasarlas por harina. Escurrir bien la harina sobrante, y freírlas en la sartén. Cuando estén fritas, retirarlas, dejándolas aparte.

Picar la cebolla menuda y dorarla en el aceite sobrante de las albóndigas. Añadir  una cucharada rasa de harina dando vueltas continuamente para que no se formen grumos. Incorporar los tomates triturados, sal, y un vaso y medio de agua.

Machacar unas hebras de azafrán en un mortero, diluirlo con medio vaso de agua, y agregarlo a la sartén, incorporando también las albóndigas que habíamos apartado anteriormente. Dejar cocer todo a fuego lento unos 20 minutos, hasta que el agua se haya evaporado y quede una salsa ligeramente espesa.

Mientras, poner en una olla un litro de agua, sal, un chorrito de AOVE y 1 hoja de laurel. Cuando hierva, añadir el arroz, remover hasta que vuelva a hervir, bajar el fuego y cocer el tiempo que indique el paquete. Escurrirlo cuando esté listo, y servirlo junto con las albóndigas y la salsa de azafrán.


Como veis es un plato completo, que sirve tanto para una cena como para la comida del mediodía. Y si sois de mojar pan, la salsa está de rechupete.

¡Animaos a hacerlo que es muy fácil!

domingo, 12 de enero de 2014

Sopa de fideos con zanahoria y espinacas




En Basel hemos tenido una semana bastante primaveral, pero hoy ya han empezado a bajar un poco las temperaturas. Por la mañana nos hemos ido a dar un paseo por el bosque, y cuando hemos vuelto he decidido preparar para comer una de las sopas favoritas de Marina: la de fideos, zanahoria y espinacas baby.

Es una sopa colorida que gusta a los más pequeños de la casa, a pesar de las verduras. En vez de fideos, se puede utilizar pasta de letras, como en la foto de debajo, y jugar con los niños a que vayan encontrando las letras de su nombre o de familiares. Se irán comiendo la sopa sin darse cuenta.


Yo la he hecho con ambos tipos de pasta y a la peque le gusta sobre todo con letras. Pero hoy a mí me apetecían fideos.

En Suiza es bastante difícil encontrar jamón serrano en tacos, tal y como se suele encontrar en España. Lo más parecido en cuanto a aspecto es el jamón italiano, aunque el sabor es muy diferente. La solución que he encontrado es utilizar taquitos de panceta, que puede o no estar ahumada (aquí es muy común la venta de carne de cerdo ahumada). Si está ahumada le da un sabor muy original.

Según el grosor de los fideos se necesitará más o menos líquido, y habrá que incorporarlos antes o después a la sopa. El tiempo de cocción total que yo he utilizado son 15 minutos aproximadamente, y los fideos son pelín más gruesos que los de cabello de ángel. En Suiza no hay tantos grosores como en España (o al menos, yo no los he encontrado)


Para 4 raciones se necesita:
2 dientes de ajo, 1 puerro mediano, 2 zanahorias medianas, tomate triturado, 3 puñados de espinacas baby, un puñado de jamón serrano en taquitos (o taquitos de panceta ahumada), un vaso de los de agua lleno ¾ partes de fideos (o pasta de letras), sal,  aceite de oliva virgen extra (AOVE), nuez moscada, 1 litro de caldo de verdura (o agua en su defecto).

Cómo prepararlo:

Pelar los ajos y picarlos en trocitos.

Lavar el puerro, cuidando de que no quede tierra entre las capas, y quitarle la capa externa. Partirlo en rodajas no muy gruesas.

Pelar las zanahorias (si no son bio) y cortarlas en rodajas finitas.

Cubrir el fondo de una olla con AOVE. Calentarlo y echar el ajo y el puerro. Cuando empiece a ponerse transparente, echar el jamón (o la panceta). Remover con una cuchara de madera, y echar la zanahoria. A los 5 minutos echar ½ vaso de los de vino de tomate triturado. Remover.

Echar el caldo de verdura (o el agua). Salar al gusto y dejar cocer 11 minutos. En ese momento echar las espinacas, los fideos o la pasta de letras (mirad el tiempo indicado en el paquete, en el mío eran 4 minutos)  y espolvorear con la nuez moscada al gusto. Remover hasta que vuelva a hervir y dejar cocer otros 4 minutos más.

Y ya está lista esta reconfortante y calentita sopa.

¡Qué aproveche!

lunes, 6 de enero de 2014

Tagliatelle con atún y tomate





Hoy en Basel no ha sido festivo. Eso significa que hemos ido a trabajar y al colegio. Sin embargo, los Reyes Magos nos han dejado algunos regalitos y hemos merendado el Roscón de Reyes suizo. Y a mediodía hemos comido un riquísimo plato de tagliatelle que se hace en un momento con unas latas de atún y un poco de tomate triturado.

Hoy he utilizado unos tagliatelle extra grandes, y siempre utilizo latas de atún en aceite de oliva. En Suiza lo hay también en aceite de soja, y el sabor no tiene nada que ver. Hay también atún rosado, que nunca lo había visto en España. 

Según he podido averiguar, el atún blanco y el atún rosado son dos peces diferentes, aunque los dos son de la familia del atún. El blanco es el bonito del Norte, y el rosado es el comúnmente llamado atún.

Como en enero los tomates ya no están de temporada, utilizo tomate en conserva. Esta vez el elegido ha sido el triturado en bote de cristal. Pero se puede utilizar tomate frito o tomate natural batido. O incluso tomate entero pelado en conserva chafado con un tenedor. Lo dejo a vuestra elección.

La albahaca la añado al principio de la cocción porque la he utilizado seca. Si fuera fresca se añade al final.


 Para 3 raciones se necesita:

250 g. de tagliatelle (o cualquier otro tipo de pasta), 2 latas de atún en aceite de oliva, 1 bote de tomate triturado, agua, sal, aceite de oliva virgen extra, 1 hoja de laurel, albahaca seca.

Cómo prepararlo:

Poner en una olla un litro de agua, espolvorear sal, añadir un chorrito de AOVE,  la hoja de laurel y la albahaca. Llevar a ebullición y echar la pasta. Remover continuamente hasta que vuelva a hervir, y bajar el fuego. Cocer la pasta el tiempo que indique en el paquete.

Cuando esté cocida, escurrirla e incorporar las latas de atún y tomate triturado al gusto.

Como veis se hace en un santiamén, los niños no suelen poner reparos porque es un plato de pasta, y estamos consiguiendo que coman pescado azul sin que se den cuenta.


Ya me contaréis qué tal si os animáis a hacerlo. En guete!

jueves, 2 de enero de 2014

Crema de calabaza y espinacas bicolor




Los que me conocen saben que el negro y el blanco no son mis colores favoritos para vestir. Y para empezar bien el año se me ha ocurrido ponerle color también a la comida. Al volver de las vacaciones me encontré con unas espinacas y un poco de calabaza en la nevera, y me vino a la mente un plato que vi preparar a Carlos Arguiñano hace tiempo en la tele. No recordaba exactamente con qué verduras lo había preparado él, pero sí recordaba que era verde y naranja. Y con esa inspiración preparé esta crema.

Para 4 raciones se necesita:

400 g de calabaza, 4 puñados de espinacas baby, 1 puerro mediano, 4 patatas pequeñas, 1 l de agua, sal, aceite de oliva virgen extra (AOVE), pimienta blanca.

Cómo prepararlo:

Para la crema de espinacas, cubrir el fondo de una olla con AOVE. Mientras se calienta, lavar el puerro y partir la parte blanca en rodajas de 1 cm, más o menos.  Pelar las patatas.

Cuando el aceite esté caliente, echar la mitad del puerro y rehogarlo hasta que esté transparente. Incorporar entonces dos patatas tronchándolas. Rehogar un poco e incorporar la mitad del agua. Dejar hervir durante 12 minutos. En ese momento espolvorear la sal y añadir las espinacas lavadas. Dejar cocer 3 minutos más y batir con la batidora.

Para la crema de calabaza utilizar la calabaza, dos patatas, el otro medio puerro, AOVE, sal, el agua restante y la pimienta blanca. Hacer la crema como en la receta de crema de calabaza con parmesano rallado.

Una vez que las cremas están batidas, ponerlas en dos recipientes de forma separada: jarras, tuppers, tazones, lo que tengáis a mano.

Las cremas deben tener una textura intermedia, ni muy líquidas ni muy espesas, pues no se tienen que mezclar cuando las pongamos en los platos, y tienen que caer con facilidad desde los recipientes donde las hemos puesto.

Ahora vamos a componer el plato. Sobre un plato hondo, verter cada una de las cremas por un lado del mismo, hasta que se junten en el centro. Deben caer a la misma velocidad, y han de tener aproximadamente la misma textura. De esta manera quedará cada crema en una mitad del plato.

Si a los niños no les va la verdura, probad con esta divertida crema. Podéis decorarlo con picatostes, o con trocitos de calabaza y hojas de espinacas picadas en el lado de color contrario.


¿Os animáis a hacerlo?