En Basel otra vez hace calor. Y anoche quería hacer alguna
ensalada para la cena. Tenía una mermelada casera de frambuesas que Jorge, un
amigo, nos había regalado (gracias Jorge, está buenísima), un par de aguacates y unas frambuesas que estaban
diciendo “cómeme ya”. Así que decidí
probar a mezclarlos, a ver qué tal salía el invento. Y la verdad es que no
quedó nada mal.
Para 2 raciones se
necesita:
1 aguacate maduro, 30 frambuesas, vinagre balsámico de
Módena, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal, mostaza de grano entero (o a
la antigua) y mermelada de frambuesa.
Cómo prepararlo:
Partir el aguacate
en dos a lo largo. Quitar el hueso y la piel. Cortar la pulpa en lonchas a lo
corto, poniéndolas unas sobre otras en forma de abanico en un plato llano.
Lavar las frambuesas
con cuidado, y esparcirlas sobre el aguacate.
Para la vinagreta
mezclar en un cuenco una cucharada sopera de vinagre balsámico con un pellizco de sal, y
batir con la cuchara hasta que la sal se disuelva. Incorporar a esta mezcla dos
cucharadas de AOVE, media cucharadita de postre de mostaza de grano, y media
cucharadita de postre de mermelada de frambuesa. Batir con la cuchara hasta que
todo esté perfectamente ligado. Verter la vinagreta sobre la ensalada poco a poco con
la cuchara.
Espero que os guste el contraste de sabores. A nosotros nos
encantó.
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