Plato de legumbres para el calor
Después de unos días en la nieve, el carnaval de Basel y unos días en los Madriles, hemos vuelto al cole y al trabajo. Eso sí, el termómetro marca unos cuantos grados más que cuando comenzamos las vacaciones hace 15 días, así que, hoy he decidido hacer un plato acorde con el calorcillo que nos acompaña: una rica ensalada con lentejas, huevo y tomate.
Este plato es ideal para llevar al trabajo y, si no tenéis microondas o no os gusta utilizarlo, como a mi amiga María, lo único que tenéis que hacer es llevar las lentejas en el tupper, y picar el tomate y el huevo cuando lo vayáis a comer. El aliño lo lleváis aparte, y lo echáis también justo al ir a comerlo. Eso sí, procurad dejar, al menos, el huevo en la nevera cuando lleguéis a la oficina para que no se estropee.
Propiedades de las legumbres
No os voy a contar lo buenas que son las legumbres para la salud, porque seguro que ya lo sabéis.
Sí os diré que las legumbres son una parte importante de una dieta equilibrada, y aunque haga calor no hay que dejar de tomarlas. Una opción para el tiempo primaveral en el que estamos es comerlas templadas en forma de crema o en una ensalada.
A mí las legumbres que más me gustan son los garbanzos y las lentejas. Si tenéis curiosidad por saber algo más sobre las lentejas, os recomiendo este artículo de la revista Sabor Mediterráneo.
Hoy le ha tocado el turno a las lentejas rojas. En ensalada no quedan tan vistosas como las verdes, pero están igual de ricas, y se cuecen en un santiamén. Y la verdad sea dicha, hoy no tenía mucho tiempo para cocinar.
Y aunque no suelo utilizar tomates fuera de temporada, esta mañana al hacer la compra he encontrado unos tomates de rama españoles que olían de maravilla. Y para casa que me los he llevado. La verdad es que no saben igual que en verano, pero están muy ricos.
El caldo de cocer las lentejas lo podéis guardar y utilizar para hacer una sopa o una crema. Así aprovechamos los nutrientes que hayan podido escapar de las lentejas y se hayan quedado en el líquido. Por cierto, mirad qué color más bonito tiene el caldo de cocer lentejas rojas.
Para 2 raciones se necesita:
½ vaso de los de agua de lentejas rojas, agua, sal, aceite de oliva virgen extra (AOVE), 1 hoja de laurel, 1 huevo, 1 tomate pequeño, vinagre de Jerez.
Cómo prepararlo:
Poner un poco más de medio litro de agua en una olla, con sal, un chorrito de AOVE y el laurel. Cuando hierva, incorporar las lentejas, y dejar cocer el tiempo que indique el paquete (las mías 8 minutos)
Mientras, poner un huevo en un cazo, cubrirlo con agua, echar un pellizco de sal, y contar 12 minutos desde que empiece a hervir.
Cuando las lentejas estén cocidas, escurrirlas del caldo y ponerlas en dos platos. Partir el tomate en gajos, y poner una mitad en cada plato. Pelar el huevo cocido, y picarlo por encima de las lentejas.
Regar con un chorrito de AOVE, unas gotas de vinagre de Jerez, y espolvorear un poquito de sal.
Como veis, un plato sencillo y rápido, pero también nutritivo y sano.
¡Buen provecho!
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