martes, 1 de abril de 2014

Tostada de pan y queso al horno


Comer una fondue sin fondue ni tenedores


En Suiza se está acabando la temporada de raclettes y fondues. Están riquísimas, para qué negarlo, pero son también unos platos muy energéticos, pues las fondues de queso suelen acompañarse con  pan y/o salchichas. No todo el mundo tiene los aparatos de cocina necesarios para hacerlas en casa. El plato que os propongo hoy tiene todo el sabor de una fondue de pan, pero no hacen falta ni fondue ni tenedores. Sólo necesitamos un horno, pan y queso para fundir.

Yo he utilizado un queso suizo del tipo Rahmkässe, del que ya os he hablado en la receta de rollitos empanados de jamón de York y queso. Pero se puede utilizar el queso de las variedades Fontina, Gruyère o Emmental, que son los que más se utilizan en Suiza para elaborar fondues, y que suelen estar presentes en la mayoría de tiendas fuera de este país.

Si el queso que utilizáis no es excesivamente cremoso lo podéis rallar. Si no, podéis cortarlo en láminas o trocitos pequeños, al igual que he hecho yo.


No he tostado el pan antes de meterlo en el horno porque quería que el pan tuviera la misma textura que el de la fondue. No recomiendo tostarlo porque en el horno ya coge una consistencia más durita, aunque no llega a tostarse.

Se necesita:
 

2 rebanadas de pan de molde blanco por persona, queso para fundir.

Cómo prepararlo:

Precalentar el horno a 200ºC, con calor arriba y abajo. En una bandeja de horno poner papel para hornear, y colocar encima las rebanadas. Sobre las mismas, esparcir el queso rallado o en trocitos en suficiente cantidad. 

Meter la bandeja en la mitad del horno,  y dejar hornear unos 7-10 minutos con el horno en función grill. Vigilad de todas maneras el horno por si el vuestro fuera más lento o más rápido.

Se tiene que servir en seguida, pues si el queso se enfría el plato perderá mucho en sabor.


¡Buen provecho!

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