lunes, 21 de octubre de 2013

Costillas de cerdo adobadas con pimientos y patatas al horno


Siempre se nos ha enseñado que los pimientos vinieron con Colón desde América en el s. XV, y que fue entonces cuando se conocieron en Europa.

No obstante, hay gente que dice que no es así.
 
En la iglesia de Santa María la Blanca, en Villalcázar de Sirga (Palencia), hay un sarcófago en el que, según algunos, descansan los restos de doña Inés de Girón, segunda esposa del infante don Felipe, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el Sabio. Y según otros, la que está ahí enterrada es doña Leonor Ruíz de Castro y Pimentel, su tercera esposa.

Sobre lo que no hay dudas es sobre la fecha de elaboración del sarcófago: el s. XIII. Y extrañamente, la dama representada sujeta en su mano lo que parece ser un pimiento.


Curioso, ¿no? Porque si el sarcófago fue construido en el s. XIII, y el pimiento no se conoció en Europa hasta el s. XV, ¿cómo es que aparece representado un pimiento?

Pepe Iglesias en su blog "enciclopedia de gastronomía" intenta dar respuesta a esta incógnita, aunque como él mismo dice, lo que cuenta “no es oficial, sino más bien todo lo contrario”.

Otra teoría sugiere que lo que en realidad sostiene la dama es una “panela”, que en heráldica representa una hoja de un árbol.

Otros han sugerido que el pimiento se pudo incorporar a la escultura después del s. XIII, cuando el pimiento ya había llegado a la Península Ibérica. De hecho, parece ser que el sarcófago ha sufrido varias restauraciones a lo largo de su vida, por lo que esta podría ser la respuesta más acertada.

De lo que no hay duda es de que hay muchas variedades de pimiento, de diversos tamaños y colores, y que todas están muy ricas.

Como no tenía mucho tiempo para cocinar, junté los pimientos de la foto con unas costillas de cerdo adobadas y unas patatas, y lo metí todo en el horno. El resultado: rico, rápido y económico.

Para 3 raciones se necesita:

½ kg de costillas de cerdo adobadas, pimientos de variados tamaños y colores, 1 cebolla mediana, 3 patatas medianas, aceite de oliva virgen (AOVE), sal gorda, agua y vino blanco.

Cómo prepararlo: 

Pincelar una fuente de horno rectangular con AOVE.

Cortar la cebolla en rodajas ni muy gruesas ni muy delgadas y colocarlas en la fuente.

Hacer lo mismo con las patatas, una vez peladas, y colocarlas sobre la cebolla. Espolvorear un poquito de sal.

Colocar encima de lo anterior las costillas, y alrededor los pimientos lavados. Se pueden dejar enteros  o se pueden cortar en trozos.

Espolvorear un poquito de sal sobre los pimientos (no sobre las costillas, que ya están adobadas)

Regarlo todo con un chorrito de AOVE, y meter en el horno precalentado a 200ºC, durante 1 hora, aproximadamente.


Llenar un vaso de vino con vino blanco hasta la mitad, y la otra mitad rellenarla con agua. Durante el tiempo que el asado está en el horno, regarlo con esta mezcla 2 ó 3 veces hasta que se agote el vaso.

Y si os sobra carne se puede congelar para otro día. Las patatas no recomiendo congelarlas. Si sobran, se pueden guardar en la nevera hasta un par de días y servirlas como acompañamiento de algún plato de pescado, por ejemplo.

En Guete!

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