La peque está de vacaciones 15 días. Así que estamos decorando la casa de forma
acorde con la estación en la que estamos, hacemos tartas, probamos nuevas
recetas, y pintamos caras a las calabazas.
El arroz cremoso o risotto es un plato que aunque parezca difícil de preparar, no lo es si tenemos antes de empezar todos los ingredientes a mano
y ya preparados. Los tiempos son muy importantes en este plato. La forma de elaborarlo es ir echando el
caldo en la olla poco a poco, según lo va absorbiendo el arroz. Y hay que mover continuamente con una cuchara. Cualquier
descuido hará que el arroz se pegue y el plato ya no quedará igual.
El arroz tiene que ser blanco y de grano redondo y pequeño. Los
que recomiendan los entendidos son, entre otros, el arroz arborio, el carnaroli, o el baldio. No
valen los arroces de grano largo, lo sé por experiencia, lo he probado. Tarda mucho en cocer, y no queda como debe quedar.
Yo lo he hecho casi siempre con un arroz normal y
corriente y ha quedado estupendo.
Esta vez he decidido hacerlo con calabaza, ya que la tenemos de temporada.
Es habitual que en muchos restaurantes este arroz se haga
con nata o mantequilla. Pero, al igual que Mikel López Iturriaga,
considero que a veces se abusa del uso de la nata en la cocina salada. A mí me
encantan los lácteos, pero la nata o la mantequilla no son imprescindibles
para hacer un arroz cremoso, pues al ir echando el caldo caliente poquito a
poquito conseguimos que el arroz lo absorba y suelte el almidón, que es lo que
le da esa textura cremosa.
Lo que sí le hemos
echado en casa es queso parmesano recién rallado.
Para 3 raciones se
necesita:
450 g. de calabaza, 1 vaso y medio de los de vino de arroz blanco
(260 g. aprox.), ½ puerro grande (la parte blanca), aceite de olive virgen
extra (AOVE), sal, 1 vaso de vino blanco (125 ml), 600 ml. de caldo de verdura caliente(o
agua en su defecto), queso parmesano.
Cómo prepararlo:
Pelar la calabaza y picarla en dados pequeños. Lavar bien el
puerro y picarlo en rodajas primero, y luego en trocitos.
Cubrir el fondo de una olla con AOVE. Cuando esté caliente,
rehogar el puerro, moviendo con una cuchara de madera. Cuando empieza a ponerse
transparente, añadir la calabaza y mover continuamente durante un par de
minutos a fuego medio. Echar el arroz, y mover otro par de minutos hasta que se
empiece a poner transparente. Incorporar el vino moviendo con la cuchara todo
el rato hasta que el arroz lo absorba.
Añadir un poco de
caldo caliente y remover hasta que lo absorba. Repetir el proceso las veces que
sea necesario durante 15 ó 20 minutos, o hasta que el arroz esté cocido. Si
faltara caldo se puede usar agua.
Echar casi al final la sal que se considere necesaria, teniendo en cuenta que el caldo ya llevará.
Justo antes de retirar del fuego, incorporar queso parmesano
recién rallado al gusto. Servir en seguida.
¡Buen provecho!
¡Buen provecho!
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