La semana pasada la peque
estuvo con el colegio en Hölstein recogiendo patatas, calabazas y
ciruelas. Todo un día en pleno campo, en una granja de verdad, con los
granjeros, las cabras, las vacas, el remolque, el tractor, y los alimentos
cogidos de la tierra. Se lo pasó pipa y, además, llegó a casa con esto en la
mochila:
Esto fue un mes después de
que hubieran estado allí una semana entera alojados en el albergue de Leuenberg
haciendo caminatas por el campo, yendo a la granja a buscar la leche con las
lecheras de toda la vida, cocinándose su propia comida,…
Aprendiendo a descubrir y cuidar la naturaleza, en
definitiva. Una clase de 21 niños de 10 años con las 2 profesoras y una amiga
de una de ellas, que se llevó a una preciosa perrita llamada Yukka, la cual se
ganó la amistad incondicional de todos los peques.
Mi hija volvió encantada de estas colonias, campamento o
como lo queráis llamar. No tenían nada que ver con las que ella conocía.
Me parece una iniciativa muy interesante, pues pone a los
niños en contacto con la naturaleza y les enseña que las patatas no crecen en
una bolsa y la leche no surge espontáneamente de un tetra brik. Ya sé que esta
es una afirmación muy manida, pero los que hemos vivido toda la vida en una
ciudad, y seguimos viviendo en ella con nuestros hijos, deberíamos plantearnos
de vez en cuando alguna actividad de este tipo; más que nada, para que nuestros
peques tengan algún contacto con la naturaleza y aprendan algo sobre ella. Quizás
así en el futuro cuidarán de ella mejor de lo que nosotros lo estamos haciendo
en el presente.
Así que, aprovechando estas patatas, y los puerros que he
comprado esta semana, he hecho una riquísima crema de puerros con leche.
Para 3 raciones se
necesita:
Cómo prepararlo:
Cubrir el fondo de una olla con AOVE. Lavar el puerro bien
para que no queden restos de tierra, quitarle la capa de fuera, y partirlo en
rodajas. Rehogarlo en el aceite, dando vueltas con una cuchara de madera.
Cuando casi esté transparente, incorporar las patatas, que previamente habremos
pelado. Cortarlas, tronchándolas en trozos pequeños. Remover con la cuchara, dejar
rehogar un par de minutos, e incorporar el caldo de verduras.
Dejar hervir durante 15 minutos a fuego medio. Echar sal y
pimienta blanca al gusto, y dejar cocer otros 5 minutos más.
Batirlo todo con la batidora e incorporar la leche. Volver a
batir.
En casa tenemos un anti-lácteos que la toma sin leche, y
está también muy buena. La única diferencia es la textura (se puede arreglar
pasándola por el chino), y obviamente, cambia un poco el sabor.
Y vosotros, ¿preferís la crema de puerros con leche o sin
ella?
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